martes, 22 de septiembre de 2015

El misterioso caso de la conciliación familiar.

 Antes de todo, para entender mas o menos algo del tema, os explico un poco los conceptos, permisos, etc... como yo los recuerdo más o menos que hace ya más de un año.

Definiciones y conceptos.

 La conciliación personal, familiar y laboral se puede definir como “la participación equilibrada entre mujeres y hombres en la vida familiar y en el mercado de trabajo, conseguida a través de la reestructuración y reorganización de los sistemas, laboral, educativo y de recursos sociales, con el fin de introducir la igualdad de oportunidades en el empleo, variar los roles y estereotipos tradicionales, y cubrir las necesidades de atención y cuidado a personas dependientes”.

 Permiso de paternidad. El permiso es actualmente de 13 días ininterrumpidos por paternidad de un hijo. En caso de que nacieran gemelos el permiso sería de 15 días ininterrumpidos y 2 días más por cada "regalito" adicional y es independiente y acumulable al permiso de 2 días por nacimiento de hijo (4 si fuera necesario desplazamiento). Es decir que por cada nacimiento "normal" (de un único hijo) tienes derecho en todo caso al menos a 15 días naturales de permiso retribuido aunque la madre no trabaje. Los 2 primeros se tendrían que disfrutar necesariamente con el nacimiento, pero los otros 13 los podrás disfrutar mientras a la madre le dure el permiso de maternidad o justo después de que éste acabe. Si la madre no trabajara, se harían las cuentas como si lo hiciera.

 Permiso de maternidad. En España, la baja por maternidad consta de 16 semanas que se deben disfrutar ininterrumpidamente y la ley permite que la madre ceda hasta un máximo de diez semanas de permiso al padre, siempre y cuando las seis primeras semanas posteriores al parto las disfrute la madre. Luego hay un montón de variables por baja laboral, subsidios...


Nuestro caso.

 La Mamá Moderna estaba trabajando durante el embarazo pero le cumplía el contrato antes de dar a luz, así que cuando fue a informarse sobre las prestaciones, la baja y demás en la TGSS le recomendaron que se cogiera la baja de maternidad antes de terminar el contrato para que siguiera cobrando y cotizando. Lo primero que hizo fue la baja laboral porque estaba sufriendo de la espalda y no podía apenas moverse como para desplazarse en transporte público 25 kilómetros hasta el trabajo. Adelantó la baja por maternidad en unas 3-4 semanas hasta que el Pequeño Cavernícola vino a este mundo.

 Yo estaba (y estoy) trabajando y mi empresa, en vez de esos 2 días, te concede 10 días desde el nacimiento del bebé. Dado que era verano y tenía vacaciones a la vista hice cálculos para ver cuando pedía los 13 días de la Seguridad Social. La cosa quedó en que me cogí los 10 días de la empresa, curré 4 días y empalmé la baja de la Seguridad Social con las vacaciones para hacer un total de casi 2 meses para estar con mi familia y estrenando paternidad. He de decir que esos 4 días que tuve que currar, aunque sabía que mi Pequeño Cavernícola estaba en buenas manos, fueron raros, sobretodo el primero y no por el trabajo, era la primera vez que me separaba tanto tiempo del chiquitín.

 A partir de ahí pasaron las vacaciones y dos meses después de nacer Saúl tuve que volver a la cruda realidad del trabajo. Mamá M. seguía disfrutando de la baja por maternidad durante un mes más. Los dos teníamos claro que no queríamos que nuestro cavernícola fuera la guardería tan pequeño, que mejor que estar en casa con mamá y papá y la familia cercana. Así que pasado el último mes de baja por maternidad tuvimos que trazar un plan maestro para poder seguir criando a nuestro hijo con nosotros.

 A mi mujer la llamaron a filas para currar pero se acogió al cuidado del niño para aplazar su incorporación. No obstante esto nos dejaba sin remuneración. Le faltaban unos días para poder pedir el paro y buscando, buscando, conseguimos encontrar la manera de poder cotizar esos pocos días gracias a unos grandes amigos que nos ofrecieron un cómodo trabajo desde casa. Siempre les estaremos agradecidos porque, indudablemente, sin ellos no habríamos podido criar a nuestro hijo con nosotros y cobrando lo necesario para adaptarse a todo ese aluvión de gastos de los primeros días. Tras estos días llegó el paro, y al final del todo la vuelta al trabajo por parte de los dos.

 Como he comentado antes, no queremos guardería, así que durante ese periodo en el que ambos coincidimos trabajando por la mañana nuestro pequeñín se quedó en las buenas manos de su abuela. Y alternando turnos de mañana y ahora últimamente de tarde nos estamos apañando entre la Mamá Moderna y éste Papá Cavernícola ayudados por las abuelas en el tiempo que pasa entre que uno se va a trabajar y el otro llega.

Conclusión.

A mi parecer (y creo que al de la mayoría de gente) la baja por maternidad es insuficiente y la de paternidad deja mucho que desear. Luego las ayudas y demás son complicadas y confusas, y las trabas que te ponen las empresas (sobretodo a las mamás) no son pocas. Espero que la cosa mejore en este sentido en este país ya que hay demasiada diferencia respecto a otros de la Unión Europea (como en tantas otras cosas...).

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