lunes, 9 de noviembre de 2015

Mis días en el hospital.


 Hoy voy a volver a recordar el pasado, a los días en que estuvimos en el hospital a la espera de que nuestro Pequeño Cavernícola saliera a vernos los rostros. Pero no voy a narrar lo ya narrado sino que voy a contar cosillas que pasaron, cosas que viví y demás, más que nada para quien vaya a pasar por aquello próximamente o para un futuro nuestro tenerlo presente.

 Para empezar, la elección del hospital, esto ante todo tendrá unos criterios para cada uno. Creo que hay que tener en cuenta la cercanía, salas de parto, de dilatación, etc., habitaciones individuales, número de cesáreas que se realizan, ayuda con la lactancia... Por supuesto, muy importante es tener conocimiento de los sucesos de gente cercana o al menos gente "física" conocida, está bien informarse por internet pero casi siempre hay comentarios intencionados, para bien y para mal. Nosotros teníamos varios testimonios de familiares en nuestro hospital que les había ido mal y yo no quería ir a dicho hospital, pero a la Mamá Moderna no sé porque (ya que además eran de su propia familia esos testimonios...) decidió dar a luz en nuestro hospital. Para el siguiente cambiaremos.

 El siguiente punto sería la espera y los familiares que acudirán a esperar a la susodicha sala de espera. Yo tenía bastante claro que no quería que estuviera allí toda la familia, con las madres/padres y cercanos sería suficiente porque puede ser un engorro que estén esperando y no salgas a dar noticias en mucho rato o que tengas que salir a hacerlo en cualquier momento, y es que en un parto salir un momento puede ser un mundo, además de que puede ser eterno. La cosa se cumplió, por allí estuvieron nuestras madres, padre y hermana de la Mamá Moderna, puede que en algún momento hubiera alguien más pero entre que salí poco y que tampoco te enteras mucho de lo que pasa por allí pues no recuerdo a más gente. No obstante he de decir que se agradece que haya alguien para cuando sales desahogar un poco.

 Respecto a entrar al parto, allá cada uno. Yo no quería entrar, luego acabé cediendo, aunque no iba a ver el alumbramiento, con estar en la sala de dilatación y tal me conformaba. Y hasta este momento creo que es necesario estar con la mamá, la dilatación, la espera, etc. Hasta el momento de dar a luz, ahí ya decides tú.

 Prepárate para un aluvión de sentimientos, información, desinformación, jaleo... Los sentimientos son algo incontrolable por lo que poco puede aconsejarse en este tema, simplemente que disfrutes de los buenos y evites los malos y ante todo calma, mucha calma. Calma porque tendrás que procesar mucha información, si es un parto natural todo será más fácil (o no, ya que no tengo ni idea), pero si la cosa acaba en cesárea tendrás que saber, a parte de todo lo que te indiquen de tu bebé, cosas sobre el cuidado de la mamá, de su operación, del cuidado de la cicatriz... Yo intenté mantener la cabeza fría cada vez que me informaban de algo pero siempre surgía alguna duda, lo mejor es preguntar aunque parezcas (o seas) pesado e intentar compartir la información con algún familiar.

 Las visitas. Algo casi inevitable, la gente vendrá, si tienes suerte sabrán comportarse y sabrán que dar a luz no es una fiesta y vendrán escalonadamente, pero, ay amigo, hasta donde yo sé esto no suele pasar... intenta preparar a la familia y amigos con antelación. A nosotros nos vienieron en manada, una jauría se amontonó en nuestra habitación (menos mal que las habitaciones eran individuales), y tras un día y una noche muy intensos y sin apenas descanso allí estaba yo rodeado de ciento y la madre, que vino gente que ni pudo entrar en la habitación. Que se agradecen las visitas, pero se agradecen de igual manera el segundo día o el tercero o más allá, que el tercer día estuvimos solísimos en la habitación, llegamos a estar hasta aburridos... He de decir que yo ya lo había hablado con la Mamá Moderna y como era su familia la que iba a ir en tromba se encargarían ella o mi suegra de controlar la situación, así que yo hice acto de no presencia y acompañé a los visitantes que apenas pudieron entrar a un recorrido por el hospital hasta la cafetería.

 Las comidas merecen otro apartado, la mamá tendrá comida, pero querido papá, tú no creo que la tengas, serás ese ser que casi vive en el hospital y que no le dan comida. La cafetería/bar/restaurante será tu mejor aliado, vas a acabar hastiado de bocadillos y demás comidas de poca calidad y tu bolsillo se verá bastante afectado cuando te des cuenta. Mi recomendación es que hagas los turnos (hablaré a continuación de esto) de manera que puedas hacer alguna comida en casa o que alguien te traiga algo de comer en alguna de las comidas, aunque sea un bocadillo de tortilla, siempre será mejor uno casero que uno del bar. Como detalle, seguro que a la mamá le apetece algo de lo que no ha podido comer durante su embarazo, ya la conoces, sabrás que llevarle.

 El tema de los turnos es vital. No es una cosa obligatoria, por supuesto, pero en nuestro caso y dado que la Mamá Moderna no se podía apenas mover para ciertos aspectos (como higiene personal o cuidado de la herida) prefería que estuviera su madre a que estuviera este Papá Cavernícola, respetable y lógico, planeamos unos turnos en los que yo dormía en casa, me iba tarde y volvía pronto y mi suegra y alguna noche mi madre se quedaban allí. A la mañana tocaba cambio de turno y a la tarde o medio-día volvíamos a coincidir todos. Además, como estaba en casa unas horas, podía ir preparando la llegada de nuestro Pequeño Cavernícola y preparando a Gandalf.

 Para una futura entrada dejo mi experiencia con el papeleo posterior al parto, ya que es interesante y puede llegar a solaparse con la estancia en el hospital.

4 comentarios:

  1. Yo este viernes haré el cambio de hospital, que ya me he enterado de como va. Al final lo hemos escogido por cercanía a casa y, como la Habichuela viene con los riñones tocados, por su unidad de neonatos. Que la Paz tiene mucho más renombre pero hay que peregrinar hasta allí cosa mala. A las malas, a la maternidad de O'Donell llego en 15 minutos en en autobus :p.

    Con lo que comentas del momento parto-dilatación-sala de espera.... la verdad es que todavía lo hemos hablado poco pero yo, para mi misma, se que solo quiero que esté allí el Mozo (y yo, claro). No quiero a mis padres ni a los suegros y estoy tentada de no decírselo siquiera. Lo malo es que, si me pilla entre semana por la mañana, me va a tocar que me lleven mis padres (o coger el bendito autobus :p).

    Y ya el tema hospital... que se apañen entre mis padres, mis suegros y mi Mozo, que yo no voy a estar para muchas fiestas. Como no creo que venga nadie de mi familia (mucha cara tendrían que tener para venir) no voy a tener demasiadas visitas. Que luego a lo mejor me tengo que tragar las palabras otra vez xDDDD.

    Espero con ansia el tema del papeleo que no se si al final con el cambio de ley me viene bien o me deja igual (como no hemos conseguido casarnos antes del nacimiento a ojos de la ley no tenemos ni libro de familia ni nada).

    Un abrazo :)

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    1. Sí, nosotros estuvimos por la maternidad de O`Donell cuando tuvimos el aborto. El cambio creo que no es muy complicado como hay libre elección de hospital, lo único que tienes que pasar allí las revisiones o algo así.

      El tema del papeleo espero tenerlo para la semana que viene, tengo que recordar y tengo que recabar datos con compañeros y conocidos que me guiaron para intentar escribirlo como yo lo hice, ya que en un día lo tuve todo hecho, cosa que me decían que era complicada. Respecto al cambio de ley no tengo idea ahora mismo, mi experiencia es de 2014...

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    2. El viernes me enteraré mejor pero en principio solo voy a cambiar el parto y las urgencias, que me ha dicho mi compañera de natación que se puede (ella lo ha hecho así) así que las revisiones, ecografías y analíticas me las sigo haciendo en el centro de especialidades que hay al lado de mi casa ^_^

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